En este marco, la TPI comprende que el sufrimiento físico ocurre para liberar impulsos y flujos de energía vital estancados o viciados. Ve la Salud como el estado de armonía y coherencia entre el Sentir y el Expresar; y la Enfermedad como un instrumento de purificación y de reconquista de la Salud.
Concibe al Ser Humano como un Todo cuyas partes (cuerpo-mente-espíritu) se hallan en constante interacción, aceptando las manifestaciones del cuerpo físico como mecanismos de búsqueda de curación del interior, del alma, del Ser en su aprendizaje y evolución.